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Maternidad

La importancia de las vitaminas en la maternidad

Desde el momento en el que te quedas embarazada, bueno, en realidad desde que te planteas que quieres aumentar la familia, hay algunas vitaminas a las que debes prestarle especial importancia. La alimentación de la madre es básica para que haya un correcto desarrollo del bebé, pero también para que ella tenga una buena salud.

Vitaminas como el ácido fólico, el hierro, la B12 o la vitamina C, por ejemplo, son imprescindibles. Por ello, la alimentación durante la gestación cobra gran relevancia. No se trata de comer más cantidad, sino de comer mejor e incluso, cuando sea necesario, suplementar la dieta con vitaminas que puedan prevenir el déficit de sustancias que pueden provocar graves problemas en el desarrollo del bebé. El ejemplo más conocido es el ácido fólico que, desde el momento en el que piensas en quedarte embarazada, la recomendación es empezar a tomar una suplementación.

Vitaminas importantes en la maternidad

Vamos a ver algunas de esas vitaminas que son indispensables tanto durante el embarazo como durante la lactancia para cuidar de la salud de tu bebé, pero también de la tuya.

Ácido fólico

Cómo ya hemos adelantado es una de las primeras vitaminas que se controla en las futuras madres y es que presentar un déficit de esta sustancia puede suponer importantes malformaciones en el sistema nervioso central del bebé. Problemas como la espina bífida, es decir que no se le acaba de cerrar la espina dorsal y puede presentar alteraciones en la médula espinal o que presente un desarrollo incompleto del cerebro.

Además, el ácido fólico también ayuda a prevenir defectos del labio o del paladar, del corazón, de los riñones y de las extremidades. Por ello, comenzar a tomar ácido fólico desde el momento en el que se prevé quedarse embarazada es recomendable ya que aportar la cantidad necesaria al embrión entre las 4 u 8 semanas de embarazo, es muy relevante.

Normalmente, se toma una suplementación pero también hay alimentos ricos en este nutriente como son las verduras de hoja verde como la espinaca, el brócoli, la coliflor o las coles de bruselas. Las legumbres y los cereales integrales también pueden ser una importante fuente de ácido fólico.

La vitamina C

Durante el embarazo también aumenta la necesidad de esta vitamina antioxidante ya que su carencia puede provocar sangrado en las encías, problemas de cicatrización algo muy relevante por ejemplo en el caso de una cesárea o debilidad.

La ingesta de frutas como la naranja, la mandarina, el kiwi o las fresas, es bastante habitual en nuestra dieta, así como la de pimientos, aguacates, tomates, nueces o el imprescindible aceite de oliva. Aún así, también se puede consumir vitamina C en gominolas ya que tanto en mujeres embarazadas como en las que están amamantando es necesario incrementar la dosis habitual de esta vitamina.

Vitamina B12

Muy relacionada con el ácido fólico. Esta vitamina forma parte de las vitaminas del complejo B y tener una carencia puede provocar un tipo de anemia llamada megaloplástica que durante el embarazo está asociada a un mayor riesgo de aborto, espina bífida o nacimientos con trastornos del tubo neural.

Actualmente no se suplementa como el ácido fólico pero si se está estudiando la necesidad de incluir esta vitamina en esa suplementación. En cuanto a la alimentación, los productos de origen animal como carnes y lácteos son fuente de vitamina B12.

Vitamina D

La vitamina D es básica para la población en general tanto para el sistema inmunológico como para los huesos e incluso, para la reproducción celular. En el caso de las embarazadas además, el bebé necesita esta vitamina en su desarrollo para lograr una mineralización ósea y evitar el raquitismo, pero también para reducir el riesgo de preclampsia o que el bebé presente un bajo peso al nacer.

Normalmente, el organismo sintetiza la vitamina D al exponerse al sol, por ello, en invierno se suele mostrar un mayor déficit que en los meses más soleados. En cuanto a los alimentos con mayor aporte de estas vitamina, son los de origen animal aunque es una vitamina que se suele adquirir mediante un suplemento cuando hay carencia.

Consumir las vitaminas necesarias es importante siempre, pero para las mujeres, durante el embarazo y la lactancia es fundamental ya que juegan un papel muy relevante en el desarrollo de su futuro hijo. Por ello, tener mucho cuidado con la alimentación en esta etapa o, acudir a la suplementación necesaria, es imprescindible.

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